CONFERENCIA EPISCOPAL PERUANA LAMENTA PROMULGACIÓN DE LA LEY Nº 29227 QUE REGULA EL PROCEDIMIENTO NO CONTENCIOSO DE LA SEPARACIÓN CONVENCIONAL Y DIVORCIO ULTERIOR EN LAS MUNICIPALIDADES Y NOTARÍAS
Ante la publicación en el Diario Oficial El Peruano, de la Ley que oficializa el divorcio rápido en nuestro país, la Conferencia Episcopal Peruana lamenta la decisión del Gobierno Peruano, de aprobar políticas que facilitan y ayudan a la desintegración de las familias.
Mientras en el país se vive un crecimiento económico y material, es triste que el Gobierno ratifique una ley que permite la disolución de las familias por un camino rápido, que en nada las beneficia sino por el contrario las debilita y propicia su ruptura, en perjuicio de la niñez y la juventud que crecerán con el modelo y constitución del matrimonio como temporal, pasajero y circunstancial, lejos de los valores trascendentes de amor, unidad y estabilidad que deben cimentar el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Guardamos la esperanza de que el Gobierno del Perú se preocupe asimismo en concebir y aprobar leyes en favor de la familia, que la protejan y la orienten hacia caminos de integración, de educación y de éxito en el amor mutuo, de tal forma que puedan garantizar la constitución de hogares, verdaderas células de vida de la sociedad peruana.
La Conferencia Episcopal Peruana invoca a las autoridades a no perder de vista el bienestar y desarrollo de todos los miembros de la familia y garantizar su estabilidad.
Ante la publicación en el Diario Oficial El Peruano, de la Ley que oficializa el divorcio rápido en nuestro país, la Conferencia Episcopal Peruana lamenta la decisión del Gobierno Peruano, de aprobar políticas que facilitan y ayudan a la desintegración de las familias.
Mientras en el país se vive un crecimiento económico y material, es triste que el Gobierno ratifique una ley que permite la disolución de las familias por un camino rápido, que en nada las beneficia sino por el contrario las debilita y propicia su ruptura, en perjuicio de la niñez y la juventud que crecerán con el modelo y constitución del matrimonio como temporal, pasajero y circunstancial, lejos de los valores trascendentes de amor, unidad y estabilidad que deben cimentar el matrimonio entre un hombre y una mujer.
Guardamos la esperanza de que el Gobierno del Perú se preocupe asimismo en concebir y aprobar leyes en favor de la familia, que la protejan y la orienten hacia caminos de integración, de educación y de éxito en el amor mutuo, de tal forma que puedan garantizar la constitución de hogares, verdaderas células de vida de la sociedad peruana.
La Conferencia Episcopal Peruana invoca a las autoridades a no perder de vista el bienestar y desarrollo de todos los miembros de la familia y garantizar su estabilidad.
Con el ruego de su difusión
Oficina de Prensa
Lima, 19 de Mayo de 2008
Oficina de Prensa
Lima, 19 de Mayo de 2008
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